¿Ya conoces Chichén Viejo? Así puedes ingresar a esta área de Chichén Itzá
MÉRIDA, Yuc.- A unos meses de que se abrió al público el área conocida como Chichén Viejo o Grupo de la Serie Inicial en la zona arqueológica de Chichén Itzá, este atractivo ha captado el interés de los visitantes y las vacaciones decembrinas son una buena oportunidad para conocer esta nueva área.
“Hay mucho interés por visitar. Mucha gente está acudiendo. A quienes no la conocen, le invitamos a que acudan porque es un lugar maravilloso que ya está abierto al público”, afirmó la titular del Centro Yucatán del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Anna Goycoolea Artís.
Chichén Viejo está compuesto por 25 estructuras distribuidas en dos plazas, construidas sobre un gran basamento amurallado.
La funcionaria federal recordó que el INAH estableció los días viernes y sábados, para las visitas a este lugar en horario de 9:00 a 11:30 horas, un primer grupo; y de 12:00 a 14:30 horas, un último grupo. El cupo máximo en ambos casos es de 50 personas.
De manera paulatina y conforme concluyan los trabajos de excavación e investigación arqueológica que actualmente se realizan en el área, se agregarán más días y horarios de visita.
¿Cómo ingresar a Chichén Viejo?
Indicó que para agilizar el ingreso y a fin de no exceder el aforo establecido, se tiene que hacer una reservación en la taquilla de la Zona Arqueológica de Chichén Itzá.
El costo de ingreso es de 90 pesos, el boleto de entrada también incluye la visita normal del sitio. Están exentos de pago las personas mayores de 60 años, jubilados y pensionados, profesores, niños menores de 12 años, investigadores y pasantes (con permiso del INAH).
“El sendero de acceso a la nueva área se localiza al costado sur del estacionamiento del Parador Turístico de Cultura, y corresponde a un camino de cuatro metros de ancho por 1.5 kilómetros de largo, que se adentra en un área totalmente desconocida de Chichén Itzá”, comentó la directora del INAH en Yucatán.
Agregó que esta ruta se elaboró siguiendo una vereda libre de vestigios arqueológicos, dejando a la vista los más cercanos, mismos que fueron previamente documentados mediante el trabajo de prospección arqueológica.
